Este es un espacio para compartir reflexiones sobre teología, cultura, desarrollo y estudios latinoamericanos.

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lunes, 21 de noviembre de 2011

En la civilización occidental el dinero hace la felicidad



Jonathan Jiménez Porras

Afirmar que en la civilización occidental el dinero hace la felicidad, parece establecer una vinculación de la categoría “felicidad”, con el establecimiento convencional de indicadores, tal como se plantea desde organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales. Pero no es posible negar su relación fundamental con la individualidad y la subjetividad, temas ineludibles en la actualidad y escurridizos para cualquier metodología seria, por ello este escrito, no intenta otra cosa que reflexionar al respecto.

Ya no estamos como para detenernos en debates bizantinos o escolásticos, ni para esencialismos o metarelatos. Aquella tendencia a referirse a la “especie humana” como una realidad fácilmente reductible o caracterizable dentro de una lógica teledirigida o, mejor dicho teleológica, está muy distante del momento histórico actual.

Resultan apropiados los enfoques que se ocupan por apreciar las decisiones individuales que día a día tomamos las personas, y que a la larga, producen o reproducen nuevas maneras de organizarse dentro de la sociedad y, nuevas maneras de explicar, comprender y representarse el mundo para transformarlo o dejarlo tal cual es.

El rumbo tomado por el pensamiento occidental, ha llevado desde el psicoanálisis y poco antes los escritos de Friedrich Nietzsche (1844-1900), a la necesidad de reconocer la importancia de la realidad individual o particular, en la configuración de la sociedad y de la historia.

Esta tendencia hace que el tema de la felicidad, como muchos otros, implique necesariamente una preocupación por el sujeto, y por las relaciones que este tenga con los demás elementos que conforman su entorno social.

Por otra parte, para apreciar en profundidad las características del concepto “civilización occidental”, es necesario advertir su imperativa vinculación con la consolidación y expansión de la cultura dominante del centro de Europa.

Es dentro de tal lógica que se ha llevado a cabo la producción de ideas, arte, formas de organización política, tecnología aplicada a la producción de bienes y armamento militar, entre otras producciones antropológicas conocidas, la mayoría vigentes en la actualidad. Tales productos han determinado en mayor o menor medida, casi la totalidad de la población mundial.

La frase discutida hace referencia a la civilización occidental, y plantea que dentro de tal gama de producciones antropológicas particulares, existe la posibilidad de alcanzar la felicidad. No obstante, ésta es hecha real, o permitida por una producción antropológica denominada “dinero”.

En otras palabras, es el dinero el hacedor, productor, generador, fetiche, boleto y talismán de la felicidad, para las personas que habitamos sociedades fundadas sobre la base civilizatoria occidental.

Esta característica, por así decirlo, consiste en la proyección de un aspecto de la existencia, el aspecto económico, como elemento determinante de la totalidad. Se realiza una absolutización de lo económico sobre toda la existencia humana, tal como lo explica Oswald Spengler[i], “El dinero es en último término, la forma de energía espiritual en que se reconcentra la voluntad de dominio, la fuerza morfogenética política, técnica, intelectual, el afán de una vida de gran diámetro.” (747).

Desde el abordaje de Spengler, el dinero es más que monedas, es la energía detrás de la voluntad del negocio, es el objetivo de todo cálculo instrumental. En estos términos el dinero es “fin” y no “medio”. Sin embargo, el dinero, como fin solo sirve para ser acumulado y, como medio, para adquirir objetos. Su función es otorgar poder a su poseedor, poder para comprar, para intercambiar, para acumular.

A este punto de la reflexión cabe sospechar acerca de esta visión optimista del dinero. Baste proponer que tras de sí, se esconde la gran promesa occidental, la ilusa promesa del paraíso en la tierra, tal como lo plantea Bernard Shaw[ii] “El respeto universal por el dinero es, en nuestra civilización, el único hecho que tiene esperanzas… El dinero es la vida” (747).

Así la civilización occidental, tal como Spengler plantea, otorga una novedosa mistificación al dinero. Éste adquiere la relevancia y la significación que tuvieron los bienes en la apacible vida del aldeano de la primitiva economía de subsistencia.

Esta mistificación progresiva del dinero como categoría suprema de la civilización occidental, se puede interpretar a partir del debate moderno entre lo privado y lo público. Desde Hobbes y Jhon Locke, específicamente sus enunciados sobre la importancia y el respeto absoluto de la propiedad privada de una clase, hasta los planteamientos de Jean Jaques Rousseau, en cuanto crítico del estado liberal y de la propiedad privada.

Dentro de esta transhistórica discusión se establece una disyuntiva que tiene en su núcleo un debate antropológico sobre la naturaleza humana. Para Rousseau,

Efectivamente, (el ser humano) al alejarse cada vez mas de su primigenio Estado de Naturaleza, la humanidad no solo rompe su armonía primordial con el mundo que la rodea, con el contacto transparente con las otras especies y con los grandes ritmos de la tierra: pierde también la libre facultad de comunicarse con los otros; en definitiva, la posibilidad de comprenderlos y de ser comprendida por ellos sin necesidad de alguna mediación” (406)[iii]

Este ejemplo señala claramente la concepción de Rousseau y su distanciamiento con otros autores en cuanto hace una valoración positiva del estado de naturaleza, y desde ahí critica la sociedad de su época y principalmente la propiedad privada, en tanto ésta aleja al ser humano de su estado primitivo de libertad.

Lo que crítica el ginebrino es la posición liberal, en tanto ésta justifica la propiedad privada y construye un estado que beneficia solamente a una sección de la población. Discrepa con el individualismo de Locke, en tanto éste sostiene que “todo gobierno surge de un pacto o contrato revocable entre individuos, con el propósito de proteger la vida, la libertad y la propiedad de la personas…”[iv] (42) y con Hobbes en cuanto este plantea que el estado de naturaleza necesita de leyes que en la figura del Estado creen un orden estable, “Crear un orden estable es, precisamente, doblegar a la naturaleza humana” (372)[v].

La posición liberal, representada en Hobbes y Locke, entre otros, ha sido la más influyente en la civilización occidental. De ahí que la obtención de poder individual haya sido la constante y el dinero el santo grial para acceder al poder.

El dinero condensa la gran promesa occidental de establecer el paraíso en la tierra, permite al individuo comprar o acumular. Sin embargo, de la misma manera como los primeros comerciantes independientes de Europa invertían la ganancia de su vida en comprar títulos de nobleza a la corona, así el dinero genera una ilusión, la ilusión de ser, cuando en realidad solo permite tener.

El dinero puede generar felicidad en tanto ésta se limite a poseer riqueza material, si ostentáramos una intención distinta, como por ejemplo la autorrealización personal, la felicidad generada por el dinero no pasaría de ser un desvarío alienante y desmovilizador, una especie de esquizofrenia.

Este es el momento de acudir a la discusión que Erich Fromm[vi] realiza acerca de la felicidad. En primera instancia, señala la felicidad como hedonismo u obtención de máximo placer, concepción desarrollada por el filósofo griego Aristipo, luego aporta la posición de Epicuro en la cual la felicidad consiste en la obtención de placer puro, es decir la ausencia de dolor. Los demás maestros, señala Fromm, se preocupan por la noción de bienestar, más que de felicidad o placer.

Luego indica que Spinoza considera el objetivo de la vida como la ganancia material, hasta se llegó, en su época, a recomendar el uso de drogas para la obtención de felicidad. Seguidamente destaca el utilitarismo y el antihedonismo del s. XVIII, tanto como el hedonismo que predomina desde el fin de la II guerra mundial

Señala Fromm que el consumo de bienes y uso de servicios al máximo es propuesto por el capitalismo como felicidad en la época contemporánea. Plantea que es evidente que la felicidad no ha sido alcanzada por la especie humana, muy a pesar de la amplia construcción civilizatoria occidental y la abundancia de dinero.

La infelicidad, la angustia y la profunda tristeza merodean la experiencia de muchas personas que sobreviven en nuestra sociedad, en palabras de Fromm “…el argumento que hemos expuesto aquí dice que los rasgos de carácter engendrados por nuestro sistema socioeconómico, o por nuestra manera de vivir, son patógenos y a la larga enferman al individuo y, por consiguiente, a la sociedad” (27).

Propone que la civilización occidental se encuentra profundamente enferma y que una de las premisas, de la “gran promesa”, consiste en la búsqueda de la felicidad, yo le agregaría, en el dinero.

En síntesis, la civilización occidental ofrece un proyecto que se sostiene sobre pilares de humo, así propone el dinero, aunque no solo este, como elemento central de la construcción del paraíso en la tierra. No obstante, considero que la felicidad consiste en la autorrealización humana, la cual pasa necesariamente por la dimensión comunitaria. Es necesario dar un giro desde el individuo predicado en los pulpitos liberales de la ilustración, al sujeto que brota de la consideración de la subjetividad, la psique, y de la renuncia a la preeminencia de un norte preestablecido para la humanidad que niega la relevancia de las voluntades individuales.

El sujeto no se conforma con las condiciones dadas, sino que asume su proyecto histórico dentro de su contexto y se atreve a producir desde su particularidad concreta, en medio de una sociedad que confunde individualidad con individualismo, autorrealización con consumismo, tener con ser.

Es difícil o ambiguo quizás hablar de sujetos, de acción civil, o praxis social. No obstante, no ha habido una época más adecuada para asumir la subjetividad como un valor, y desarrollar una praxis desde las distintas realidades.

No se trata de un puritanismo, o antihedonismo, porque el cuerpo y el placer son elementos sumamente reprimidos a lo largo de la historia del judeocristianismo occidental. Al contrario, es necesario reapropiar al sujeto de su propio cuerpo para fundar su praxis en esa autoafirmación que surge del reconocerse como tal.

Durante la anterior discusión, pasaron por mi mente varias experiencias e imágenes, pero resulta sumamente ilustrativo un poema del escritor estadounidense Howard Phillips Lovecraft, llamado Astrophobos, el cual anexo a modo de desenlace, como expresión de la gran promesa de la modernidad occidental que se ha tornado terrorífica.

ASTROPHOBOS

H. P. Lovecraft, Noviembre 21, 1917

En los cielos nocturnos brillando,

sobre abismos lejanos y etéreos,

anhelante un día acechaba

una seductora, luminosa estrella;

cada atardecer surgía en el cielo

brillando en el Carro Ártico.

Místicas bellezas se fundían

en sus brillantes, dorados rayos;

gozosas quimeras descendían

con mezclas y olores a mirra,

y unos sones de liras extendían

dulces y suaves melodías.

Allí pensé, imperaba el placer,

la libertad y la armonía;

a cada momento nacía un tesoro

envuelto en flores de loto,

y un líquido sonido

salía del laúd de Israfel.

Allí me dije, existían

mundos de increíble felicidad,

donde la inocencia y la paz

coronaban el trono de la virtud;

hombres de luces, sus pensamientos

más puros y limpios que los nuestros.

Y entonces sentí pavor, pues la visión

se tornó delirante y roja;

la esperanza se enmascaró de burla,

la belleza se cambió en fealdad;

una algarabía de músicas chocaron,

signos espectrales se entremezclaron.

Con delirantes colores ardió la estrella

que antaño vislumbré tan bella;

todo era triste, ya no había felicidad,

y en mis ojos destelló la verdad;

un pandemonio salvaje desfiló

ante mi enfebrecida visión.

Ahora conocía la diabólica fábula

que portaba aquel dorado esplendor,

ahora evitaba la tétrica luz

que antaño admiré con fervor;

y un miedo espantoso y mortal.

¡Ha apresado mi alma por siempre jamás!



[i] Spengler, Oswald. La decadencia de occidente II. Austral, Madrid

[ii] Citado por Spengler. Ídem.

[iii] Kersffeld, Daniel. Rousseau y la búsqueda mítica de la esencialidad. En La filosofía política moderna. De Hobbes a Marx, CLACSO, Buenos Aires

[iv] Varnagy, Tomas. El pensamiento político de John Locke y el surgimiento. En La filosofía política moderna. De Hobbes a Marx, CLACSO, Buenos Aires

[v] Pousadela, Ines M. El contractualismo hobbesiano. En La filosofía política moderna. De Hobbes a Marx, CLACSO, Buenos Aires

[vi] Fromm, Erich. ¿Tener o ser?, Fondo de Cultura Económica, México

sábado, 6 de noviembre de 2010

Tan linda es mi Costa Rica


Costa Rica ha alcanzado el 25% de pobreza, en los últimos 20 años se triplicó luego de la aplicación de las políticas neoliberales. Además estamos lidiando con varias catástrofes por desastres naturales avalanchas de barro, por la influencia de un huracán en el Caribe, llevan contabilizados 25 muertos y creciendo la cifra.
Tenemos una presidenta de corte neoliberal, a veces uno descubre aspectos positivos, pero muy poquitos, está rodeada de mucha mafia neoliberal que le da consejos en beneficio de grandes inversionistas extranjeros y de una clase "educada en Yale, UCLA y Harvard" terriblemente corrupta, centrada en Wallstreet y olvidada de la inversión social.

Tenemos presencia militar gringa en Limón, para "combatir el narcotráfico", además un conflicto fronterizo con Nicaragua, por una isla contemplada en el tratado de límites como "tica", pero los nicaragüenses señalan que se encuentra en una antigua ruta del río San Juan, el cual pertenece a su país. Podría ser una jugarreta política en uno de los dos países (o en los dos) para desviar la atención.

La sociedad costarricense mantiene una discusión nacional, con un juicio en el medio, por un proyecto de minería a cielo abierto de una empresa canadiense "INDUSTRIAS INFINITO", yo creo que la mayoría de la población está en contra por el daño ambiental que generaría y que ya está afectando la zona.

Se está realizando una investigación por la concesión dada a "AUTOPISTAS DEL SOL" de construcción de una carretera del centro del país hacia uno de los puertos del Pacífico, por la cual el estado ha pagado tres veces su valor, a pesar de que se encuentra intransitable por enormes defectos técnicos en su construcción y, después de que el expresidente Óscar Arias la inaugurara antes de abandonar su gestión. Se sospecha que hubo algún tipo de corrupción en el proceso.


Las rutas más importantes del país están cerradas por lo que el comercio está sufriendo. Cada vez tenemos más asentamientos humanos informales, por las dificultades en el acceso a viviendas que genera poco a poco una sociedad cada vez más polarizada.

El Turismo está por el suelo, principalmente por el clima y por el "conflicto fronterizo" que los medios han exagerado, a pesar de que se supone que está iniciando una temporada alta.

Aparte de eso lo de siempre, una sociedad xenófoba, especialmente con la población nicaragüense, con altas tasas de criminalidad, tomada por el narcotráfico, ipnotizados por el consumo principalmente.

Discúlpenme, se me olvidó lo positivo.

A sí, ya me acordé, la República Popular de China nos está construyendo un ESTADIO NACIONAL de "primer mundo". Esa fue la mejor opción, porque el "tren metropolitano" (la otra opción que tenía don Óscar) nos hubiese servido para disminuir los congestionamientos y reducir la contaminación ambiental, pero no para meter a 40000 y tener al resto pegados al TV, como "tontitos", además de tapar alguna que otra metida de patas del gobierno.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Globalización, cultura y religiosidad

El proceso de globalización consiste, según John Saxe Fernández, en un proceso de internacionalización económica. Proceso que inicia como una estrategia de dominación y apropiación de sociedades y mercados, en el cual una nación fuerte aspira a ser imperio. De ahí, que el proceso de globalización pueda ser entendido y lo es por algunos teóricos como imperialismo.

Globalización o imperialismo, aunque conceptos distintos, serían equivalentes, desde cierta manera de entenderlos, en tanto describan un proceso de expansión económica bajo ciertos parámetros establecidos por una visión única de mundo. En el Consenso de Washington se definieron tales parámetros, a partir de ahí la mayoría de los países del mundo, rompieron sus anteriores modelos para “apuntarse” en la lista de países obedientes al FMI. Este proceso implica liberalización del comercio exterior, del sistema financiero y de la inversión extranjera, orientación de la economía hacia los mercados externos, privatización de las empresas públicas, reforma fiscal, resguardo de derechos de propiedad intelectual, entre otros.

Asimismo, se favorece la entrada y salida de grandes capitales transnacionales a los países con el mínimo de restricciones para aumentar la competitividad del mercado. Este proceso de expansión económica mundial agrega a su estrategia de expansión una ideología que John Saxe llama “globalismo pop”, pero que también podría llamarse “ideología neoliberal o neoliberalismo”.

Por otra parte, se cree de manera equivocada que la cultura se refiere a las “bellas artes”, a “costumbres tradicionales”, Daniel Mato plantea que para referirse a la cultura habría que tener en cuenta una visión más amplia, “una visión más integrada de la idea de cultura, que apunta a poner de relieve aspectos simbólicos-sociales de todas las prácticas humanas”. Esta visión estaría relacionada con la posibilidad de realizar una reflexión más profunda de las relaciones entre globalización y cultura, no solamente lo vinculado con las “bellas artes”, por ejemplo, sino con las transformaciones en el sentido o significado que tienen todas las prácticas humanas concretas, así como en las prácticas mismas.

Según lo planteado en los párrafos anteriores, para referirse a la relación entre globalización y cultura, tendríamos que apreciar los cambios que el proceso de globalización ha generado en las prácticas humanas concretas y en el significado que estos cambios tienen para las personas.

En este sentido, el filósofo frances Gilles Lipovetsky entre otros, ha desarrollado estudios dirigidos a expresar las manifestaciones culturales en las sociedades que experimentan los procesos de globalización. Según el académico, “la cultura de la posmodernidad”, se caracteriza por un proceso de personalización o individuación, que va impregnando todas las áreas de la sociedad, desde el trabajo hasta el baile. Así este proceso se caracteriza por una “seducción” continua que lleva al individuo a crear para sí, una existencia “a la carta”.

La globalización ha traído consigo una serie de consecuencias a nivel cultural, como la tendencia a involucrar al “Mercado” con todos los aspectos de la vida. Por ejemplo, el juego en otros momentos históricos y en la mayoría de los casos fue una práctica gratuita, hoy se ofrece un pago por la mayoría de juegos. Además, la Internet se coloca imponente como un medio de “megacomunicación” difícil de controlar, que incita a una ilusa o virtual inclusión, invita a la participación. Otra consecuencia es la vida al estilo Hollywood, el American Way of Life se propaga como ideal de subsistencia, es el paraíso contemporaneo, es la utopía de hoy, generando una inclinación hacia la cotidianidad del shopping, del make up, del look well.

Estos rasgos culturales impregnan la religiosidad "boom" predominante en nuestros días. Es evidente que la ley de oferta y demanda, se aplica a lo que se podría llamar hoy "el mercado de los bienes de salvación". En la actualidad se ha desatado una espinosa competencia por arrastrar fieles o "consumidores", que se nos revela como un fenómeno propio de cualquier otro nicho de mercado. Puede observarse en occidente una "diversificación" de la oferta espiritual, que va cronologicamente desde el monopolio romano del medioevo, la reforma protestante, la irrupción del humanismo laico, hasta nuestros días con una "mega-proliferación extrema y diversa" de productos y servicios de "fe".


jueves, 1 de julio de 2010

"Los condenados de la tierra" de Frantz Fanon

Acerca de este texto, justamente en su prefacio,Jean Paul Sartre afirmó alguna vez "Fanon no oculta nada: para luchar contra nosotros la antigua colonia debe luchar contra sí misma [...] ambas luchas no son sino una". Además, el filósofo poeta francés señalaba un salto histórico desde Marx hasta Fanon con respecto a la conciencia de clase. Para Marx, el "proletariado" y el "colonizado" para Fanon.Esa gran masa de colonizados llamados a reconquistar la tierra, indignan pero a la vez inspiran a Fanon.

¿Cómo entendernos como latinoamericanos, sin atravesar las infinitas mesetas infranqueables de los "condenados de la tierra?

Un intento posible aunque dificilmente viable. Tarde o temprano los y las científicas sociales, así como todo y toda filósofa y teóloga preocupada por eso que llamamos "lo latinoamericano" topará con este texto.

Cómo cierre una frase de Sartre, a propósito del texto "Matar a un europeo es matar dos pájaros de un tiro, suprimir a la vez a un opresor y a un oprimido: quedan un hombre muerto y un hombre libre."



Haga click para descargar el texto completo
Frantz Fanon - Los condenados de la tierra.doc

"Orientalismo" Edward Said



Les presento un texto fundamental para comprender las recientes preocupaciones acerca de "lo subalterno", asimismo áreas como "Pensamiento decolonial" y postcolonialidad, cuyos precursores admiten la influencia de Said y de este texto en particular.

Said nos aporta una muy completa reflexión acerca de las reconstrucciones que occidente realiza de oriente incursionando al escabroso tema de "lo subalterno".

Orientalismo es un texto que interpela a toda la comunidad académica en Latinoamérica poniéndonos de cabeza ante la discusión de nuestra occidentalidad, a la vez nuestra posible subalternidad.



Para descargar haga click sobre la imagen siguiente

domingo, 22 de noviembre de 2009

La exclusión de arte en la Historia del Arte Oficial


Entre los muchos hechos históricos sobre la exclusión social cometido por europeos hay dos ejemplos de la historia del arte oficial que merecen ser mencionados. Es un discurso histórico hegeliano en el sentido de que percibe la historia del arte como sucesos evolucionistas o progresistas y por eso mismo es innegablemente excluyente. Dos ejemplos que afirman este postulado son, en primer lugar, que en este discurso el arte oriental solamente fue reconocido porque artistas europeos como Vincent Van Gogh y los impresionistas de finales del siglo XIX se inspiraron en su arte y sus técnicas. En el arte oriental pintoresco a menudo se deja visible las marcas del delineamiento y las pinceladas y cuando el fenómeno surgió en Europa fue suscrito como un nuevo aporte europeo. En segundo lugar el arte africano solamente fue reconocido en la historia del arte oficial por la inspiración que tenía Picasso y Braque a principios del siglo XX en el. El punto no es que desconozco los grandes aportes artísticos de dichos artistas sino que lo nuevo, lo genial, lo progresista, se inscribe en una historia sumamente excluyente a la mayoría de la población mundial y se inscribe de tal manera que el arte expresionista, abstracto etc. se pone por encima de los hombros de una larga historia eurocéntrica y progresista sobre otros estilos artísticas. De esta manera lo más reconocido será, en la gran mayoría de los casos, aquellas obras provenientes de quienes se encuentran geográficamente dentro de los enfoques de la historia del arte. Estos enfoques están casi solamente limitado al estudio de los diferentes imperios históricos comenzando por Grecia y siguiendo en principalmente en Italia, Holanda, Francia y terminando en los Estados Unidos por el gran escape de artistas de Europa causado por los nazis en Alemania durante la segunda guerra mundial.

http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/4955.htm

http://retazosdelahistoria.blogspot.com

Snorre Winther

La imagen durante la Edad media

Jonathan Jiménez Porras

Cuando se habla de la edad media vienen a nuestra mente imágenes relacionadas con la religión católica romana principalmente arte sacro, figurativo, ilustraciones de pasajes bíblicos, entre otros temas relacionados con aspectos religiosos. Pero de la misma forma como lo oficial es lo explicito y divulgado, lo popular es lo clandestino. La contraparte de toda la producción artística al interior de los templos, ritos y cultos, se expresa en las calles, las tabernas o los carnavales, por ejemplo. Las diferencias entre el mundo de lo sagrado con el de lo vulgar constituye evidencia de una religiosidad basada en dicotomías.

El esfuerzo por producir imágenes portadoras de conocimiento religioso que lograran consonancia con todo el proyecto feudal, nos habla de una sociedad “necesitada” de tal mensaje, por lo tanto discorde en alguna medida con tal proyecto moral. De esta manera, aunque no es diametralmente opuesta, la moral predicada en los templos nos habla en sentido negativo de ciertas prácticas comunes en la época medieval. Por ejemplo, durante la alta edad media, la destrucción de imágenes relacionadas con otros cultos, es muestra de una extendida práctica de adoración a tales cultos, en la mayoría de los casos. La afirmación anterior, nos lleva a plantear que en el contexto de la alta edad media hubo diversidad de cultos, pero fundamentalmente, un fuerte esfuerzo por destruirla, es decir por establecer un culto único en todo el imperio.
La religión en la edad media es un factor importante. Se constituye la relación de Iglesia y Estado según el modelo de la cristiandad. En las bases mismas del medioevo esta la clave para entender toda la edad media: “Los emperadores Dioclesiano, Constantino y Teodosio tienen una misma estrategia política y teológica: utilizar la religión para lograr la unificación y el fortalecimiento del Imperio.” (Richard, 2009). Esto sucede en los siglos IV y V, es decir, en el periodo de incorporación del modelo de cristiandad al mundo occidental, régimen que culminaría, hasta el siglo XVI, con el surgimiento de la Edad Moderna.
Según Anibal Ponce (1976), los encargados de las escuelas en la época medieval eran los monasterios hasta el siglo XI seguidamente surgiría la escuela catedralicia, de ahí que el énfasis fuera la repetición memorística de la doctrina, no la instrucción de ahí que el nivel de analfabetismo fuera altísimo. Solo la nobleza y en el mejor de los casos el bajo clero, sabía leer y escribir, se sigue pues que el recurso de la imagen cobraba suma importancia para la instrucción de las masas (119-120) y la cultura popular en general.
En el mundo medieval cuya población casi carecía de lectores, el texto escrito sirve de poco, pero la imagen, portadora de información fácilmente codificable socialmente, resultaba más funcional. El control de la producción de imágenes y artística en general, se constituía un elemento fundamental en la administración del poder durante la edad media, y de hecho lo sigue siendo hasta hoy.
Retornando a los orígenes, es el emperador Teodosio en el 390 d. e. c. inaugura la exclusividad del cristianismo dentro del Imperio, estableciendo toda práctica diversa de la cristiana como pagana o “hereje”. Sin embargo, en el marco de la cultura popular medieval subsistiría el ámbito de lo cómico como describe Batjin “Más aún, ciertas formas carnavalescas son una verdadera parodia del culto religioso. Todas estas formas son decididamente exteriores a la Iglesia y a la religión. Pertenecen a una esfera particular de la vida cotidiana” (9).

Podemos afirmar que durante la edad media las imagenes fueron usadas como medios de comunicación del mensaje religioso, por una parte y por otra como entretenimiento especialmente en lo relacionado con el carnaval y la risa del pueblo, siendo esta última la menos explorada. Se puede hablar de dos tipos de imagen medieval la imagen religiosa y la imagen popular.


La imagen en la Edad Moderna


A través de este periodo, la Edad Moderna, iniciando con el Renacimiento, las imágenes por medio de la pintura adquieren un papel muy importante, siendo la expresión más característica de la religión en los países católicos y del gusto de los burgueses en los llamados países protestantes. Se desarrollaron nuevos géneros como los bodegones, paisajes, retratos, cuadros de género o costumbristas, enriqueciéndose el asunto religioso principalmente. Por ejemplo en Italia se desarrolla la pintura religiosa y decorativa, en Francia la pintura mitológica y retratística. En otros lugares como por ejemplo Holanda la pintura será burguesa con temas como paisajes y vida cotidiana con Rembrandt como máximo exponente.
En los inicios de la Edad Moderna la iconografía se convierte en algo fundamental que expresa desde lo cotidiano, lo común de la sociedad, hasta los aspectos más relevantes de la misma, todo aquello que una imagen pueda expresar. Igual que la literatura, la expresión iconográfica, tuvo a partir del Renacimiento, un nutrido número de obras y de exponentes. Sin embargo no podemos perder de vista que durante este periodo eran más las personas que podían comprender un mensaje a través de una imagen que por medio de un texto. En una época donde la mayoría de las personas no saben leer ni escribir la imagen adquiere un valor fundamental para hacer llegar un mensaje, transmitir un sentimiento, denuncia, o simplemente dar a conocer alguna cosa.
Debemos de tener claro que la iconografía ha sido una de las corrientes que han tenido más fortuna crítica en el siglo XX, utilizada principalmente en el análisis de las obras de arte. Este tiene sus orígenes en la llamada escuela de Warburg, quien define una cultura de las imágenes con significados complejos. Estos proponen un análisis de las obras de arte en tres fases:
1- Nivel preiconográfico
2- Nivel iconográfico
3- Nivel iconológico, en este nivel se ahonda en el significado ideológico.
Los estudios concretos iconográficos, en particular los de Panofsky, se han dirigido a descubrir simbolismos ocultos en las representaciones.
Durante el periodo del Renacimiento no sólo se vuelve a la herencia de la antigüedad, sino que se sigue las causas del deterioro de la lengua y de la caída de la cultura en un “siglo bárbaro”. Lo cual conduce a la retrospectiva histórica y del tiempo histórico. El tiempo comienza a ser referido al cambio, a la unión causa-efecto de los acontecimientos en su sucesión histórica. Nace la concepción de continuidad histórica, y en relación con todo ello aparece la comprensión de la profundidad del tiempo: la retrospectiva. El descubrimiento de la retrospectiva y del tiempo histórico coincide casi en el mismo momento con el nacimiento de la ciencia sobre la perspectiva espacial y con el descubrimiento de la perspectiva lineal. El reconocimiento de la localización espacio-temporal de los acontecimientos conduce al hecho de que en los cuadros los pintores europeos desaparezcan las escenas donde algunos hechos que sucedían en diferente época se presentaban juntos. Un ejemplo de esto lo representa el fresco de Giotto, la Natividad de María, donde la María aparece en dos escenas al mismo tiempo, abajo con la comadrona y arriba junto a su madre.

La nueva relación con el tiempo y el nuevo pensamiento teológico que reconoce al hombre la libertad de su voluntad, a través de la cual se realiza el proyecto divino, da a luz un hombre nuevo, consciente de la acción. El hombre que crea su historia junto a los demás, la historia de su pueblo.
En los cuadros se comienza a estudiar el movimiento del cuerpo humano, cambios exteriores condicionados por el ánimo (ira, alegría, risa, dolor) o por el proceso de envejecimiento.
En Europa Occidental se conserva la concepción primitiva del tiempo y de la historia, heredada de los Padres de Iglesia, San Agustín y otros. La vida del Hombre tiene un inicio y un final, desde el momento de la creación del hombre por Dios. La concepción de tiempo nos e aplica a Dios, es eterno e inmutable. Este descubrimiento es posible gracias al análisis iconográfico que se realiza a los íconos bizantinos, como se observa en la siguiente obra, donde es evidente dentro de la aureola de Cristo, tres letras griegas y una cruz. Esto en ruso se traduce el “existente” el que “ha sido siempre”, “siempre es” y “siempre será”

Podemos analizar elementos ideológicos utilizando imágenes. Los santos, representados en los iconos antiguos, ya son considerados dignos de esta vida eterna en la cual no hay movimiento ni cambio, en el sentido habitual de estas palabras. Los dedos de la mano derecha que bendicen son un mensaje de un reino que no se encuentra en este mundo. Dedos muy finos, alzados sin ningún esfuerzo ni tensión. No tienen peso, porque en aquel mundo no existe gravedad. La mirada del santo del icono es una mirada de la eternidad, comos se puede apreciar en las siguientes imágenes

Una de las obras más importantes de inicio del Renacimiento es el Jardín de las Delicias de El Bosco. El analizando la obra se rescata que el tríptico, abierto y cerrado es una alegoría completa del origen y fin del mundo. Cerrado muestra las escenas del génesis, la creación, origen de la vida. Abierto muestra la Creación completa en la puerta de la izquierda, el infierno en la derecha y al centro las más variadas formas de sensualidad que conforman la vida terrenal. Leído de principio a fin narra la historia de la caída del género humano, sin posibilidad de redención, puesto que no existen figuras divinas de Cristo o María. La genialidad del autor muestra la fantasía, el humor, la crítica vitriólica saturan esta imagen cruda del ser humano, que se precipita al infierno en cada uno de sus actos.

En la visión del mundo a finales de la Edad media, todavía existían muchas leyendas sobre todo tipo de monstruos, tierras misteriosas de extraordinarias riquezas y prejuicios sin ninguna base científica. Su origen estaba en tradiciones religiosas, mitos clásicos, supersticiones, libros de viaje a caballo entre la realidad y la imaginación e, incluso, mentiras maliciosas realizadas por comerciantes poco amigos de competencia.
Las imágenes de estas leyendas y mitos no se hacían esperar al lado de las narraciones fantásticas, donde la fantasía contrataba con la realidad, que de hecho no era más agradable.
Podemos apreciar una serie de cuadros o imágenes que representa el mundo mágico de este periodo y que no estaba solo representada en textos fabulosos como “Los Viajes de Marco Polo”, sino que también los íconos muestran este pensamiento fantástico del periodo posterior a la Edad Media. Un ejemplo de esta iconografía lo encontramos en la imagen reproducida por Mandeville denominada el esciopodo, el cual contaba con una sola pierna, además de dragones, unicornios y otros personajes increíbles que alimentaban las creencias populares, además de acrecentar el temor por este mundo sobrenatural que implicaba un enfrentamiento entre la Iglesia y los mitos y leyendas que es llevada al mundo de las imágenes.

Las imágenes van más allá de la fantasía de estos pueblos, consintieron seguir acontecimientos históricos que quedaron gravados en pinturas o gravados y que permitieron seguir el curso de la historia al igual que una película moderna. Uno de estos casos lo encontramos en las obras que se crearon alrededor de la figura de Napoleón Bonaparte, donde se puede conocer los caminos que siguieron los acontecimientos históricos que rodearon la vida de este personaje tan conocido de la historia. En las siguientes obras se aprecia desde las primeras apariciones en su vida política, sus triunfos militares, ascensos y hasta sus últimos días de exilio en la isla de Alba.


En esta secuencia de imágenes no tuvimos que explicar ninguna de ellas para conocer el desarrollo de los acontecimientos que marcaron la vida de Napoleón Bonaparte. Las mismas imágenes funcionan como una narración de hechos, nos permiten conocer acontecimientos a la vez poderlos evaluar, analizar y criticar. Aquí las iconografía funciona como un relator de acontecimientos que, aunque no tengamos conocimientos del arte, estas imágenes revelan una parte de la realidad, incluso más detallada que muchas narraciones y al igual que éstas también tiene el problemas de mostrar solo una parte de la realidad. Sin embargo es la realidad que podemos conocer incluso redactándola o narrándola, siempre es la visión o punto de vista del autor.
Otro de los grandes narradores de la Edad Moderna, por medio de las imágenes es Goya, considerado como el primer “fotógrafo” de guerra. Es por medio de los grabados de Goya que la humanidad se da cuenta de las crueldades de la guerra, los horrores, como se denominó el grupo de obras que nos reflejan la cruda realidad de los hechos históricos de la guerra. Conoceremos estos acontecimientos por medio de la mano de Goya y nos daremos cuenta por qué se denominan “Los Horrores de la Guerra”.
La primera imagen muestra el fusilamiento de un grupo de personas por parte de los llamados mamelucos, se denomina “los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío”. Nos muestra la dura represión contra los levantamientos de Madrid contra el invasor francés al día siguiente de ocurridas.

Las imágenes que veremos a continuación, nos muestran imágenes más crudas de la guerra, el fotógrafo en muchas de las imágenes que se muestra neutro en Goya no lo es, toma parte y transmite lo que siente, lo que vive.




Después de generar sentimientos encontrados no nos cabe duda que las imágenes transmiten el dolor, el odio, la ira y la desesperación de un acontecimiento histórico. Es como estarlo viviendo, recrearlo tal como si estuviéramos en el lugar de los eventos.
Después de experimentar los horrores de la guerra, trasmitidos por la obras de Goya, no menos horrorosos son lo acontecimientos que se presentaron en América durante la Colonia. No solo por medio de las crónicas que nos permitieron conocer lo que en realidad estaba pasando en las Colonias sino que los grabados también cuentan su propia historia. Por medio de los grabados hemos podido volver a escribir la historia de América Colonial, dejando de lado aquello que no se cuenta, aquello que es tabú y que puede provocar incomodidad para algunos.
veremos parte de la historia colonial de América solo utilizando una serie de grabados que se crearon en el mismo lugar de los hechos. Tal vez no muestren la calidad de las obras de Goya, sin embargo podríamos decir que sí dejan ver la violencia con que los conquistadores arremetieron contra nuestros pueblos, incluyendo la misma Iglesia, que no se escapa a esta crueldad. Pasemos a ver una parte de nuestra historia desde una óptica diferente.

A continuación veremos las ilustraciones del texto colonial denominado “El primer Nueva Crónica y el Buen Gobierno”, donde se muestran los acontecimientos cotidianos durante la colonia

Además de algunos de los horrores de la colonia, las imágenes también nos permiten conocer algunos acontecimientos de la vida cotidiana, como lo fueron las estructuras sociales y los procesos de mestiaje que se dieron en este periodo, como se nos muestrasn a continuación

Es claro que las imágenes durante la Edad Moderna cumplen una serie de funciones, desde mostrar el imaginario colectivo de la época, pasando por el desarrollo histórico, hasta fungir como denuncia social.

En cuanto a la denuncia social, las caricaturas juegan un papel importantísimo en revistas y diarios, durante gran parte de los siglos del XVII al XIX. El dibujante, pintor y escultor Honoré Daumier se convierte en una de los referentes más importantes y a la vez más punzantes de la crítica en caricaturas hacia la política y la aristocracia de este periodo. Los políticos aparecen como marionetas movidos por otros poderes o como payasos vanidosos ensayando frente a un espejo. La cámara Legislativa o Parlamento es uno de los poderes dedicado de sus obras, agrupando a los políticos en ramilletes de dos o tres, dándoles un aspecto de monstruosas alimañas a apunto de repartirse un botín. En una de sus estampas, la guerra y la paz juegan pimpón con la cabeza de Europa, con este artistas siempre sobran las palabras. Una de sus obras más polémicas es la representación del Duque de Orleáns, representando a “Gargantúa” y que por medio de ella pasó medio año en prisión.
Aquí podemos apreciar algunas de sus principales sátiras, siempre lanzando una crítica por medio de sus caricaturas.



Marvin Bonilla

Los usos actuales de la imagen como medio propagandístico y como forma de legitimar el poder


Según Manuel Castells la nueva tecnología surge como consecuencia de contextos diferentes bélicos . Las imágenes también por mucho tiempo han estado sometidas al gusto de distintos regímenes y ha servido en gran parte como una forma de legitimar el poder. El hombre idealizado de la tradición frecuencia por varios regímenes, tanto por los nazis en el hombre arico, como por los comunistas en su figura emblemática, el obrero. Veremos a continuación dos otros ejemplos de desarrollos tecnológicos que demuestran la íntima relación con los militares y su uso de los medios de comunicación.

La Imagen Persuasiva en la Televisión y el Cine. En el año 1956 Jim Vicary en colaboración con un dueño de cine en New Jersey realizaron un experimento visual en el cine. Expusieron las siguientes palabras: “Drink Coca Cola” y “Hungry? Eat Popcorn” por milisegundos dentro las películas. La gran mayoría de la gente inconscientemente sentía ganas de consumir el producto anunciado sin saber por qué y el efecto fue asombroso; la venta de gaseosas aumentó unos 18% y la venta de palomitas aumentó alrededor de 50% . Este ejemplo sirve como clara evidencia del valor persuasivo que tiene la imagen. A pesar de la prohibición de este método en Inglaterra y Estados Unidos el método sigue siendo utilizado mucho por grandes empresas como Mc Donalds y Coca Cola. Este tipo de mensajes estaba metido en uno o algunos de los 24 cuadros que hay por segundo en la cinta del cine. Hoy, como este medio audiovisual sobre todo se ha convertido en un medio digital, se usa un instrumento llamado “tachistoscope“ para detectar mensajes subconscientes de este tipo. Este instrumento fue inventado como un instrumento bélico y sirve para detectar aviones del enemigo. Posteriormente ha sido utilizado para capturar mensajes de texto o imágenes enviadas con gran rapidez en una pantalla.

Junto a la invención del cine surgió mucha investigación sobre las posibilidades visuales del medio pero también un nuevo gran enfoque en estudios sobre el órgano visual humano. Surgieron varias teorías sobre la psicología de la percepción humana como por ejemplo obras sobre la psicología de la percepción “Gestaltpsychologie” de Rudolf Arnheim en 1933 . Unas de las primeras experimentadas técnicas era la híper fragmentación. Es una técnica de montaje rápido que tiene como resultado, entre otras cosas, un efecto psicológico en el espectador quién se fija en la pantalla y que no cuestiona el contenido por su rápida explicación . En la primera guerra mundial los franceses utilizaron esta técnica para hacer películas de propaganda. Lo que interesaba al ejército tanto como al gobierno era, sobre todo, el aspecto de que el espectador no cuestiona el contenido porque no tiene tiempo para reflexionarlo. Hoy el estándar de la televisión y el cine va hacía un híper montaje en el cual cada toma tiene un promedio de menos de un segundo.

La imagen en la política un ejemplo de los Estados Unidos. Por la acelerada proyección de imágenes en la televisión las discusiones o discursos políticos a fondo ya no interesan al pueblo. Los políticos tienden a adaptarse a esta realidad con slogans breves detrás de los cuales es de suma importancia que hay una imagen creíble. Actualmente esta imagen es más importante para el pueblo que las visiones políticas y por eso la imagen toma la mayor prioridad para muchos políticos. Un trágico ejemplo de eso fue cuando la cámara del senado de los Estados Unidos antes de la invasión de Iraq estaba vacía. Los ausentes estaba recogiendo dinero para comprar 30 segundos en la televisión para su futuro campaña política y para ser reelegidos, o sea, no les interesaba tanto prevenir una guerra como cuidar y construir una imagen personal que les haría más populares. En otras palabras usan la imagen como forma de legitimar el poder porque saben que las canales de televisión estadounidenses tienen más enfoque en los anuncios que discusiones políticas. Para entender esta prioridad colectiva es también importante tener en cuenta que los estadounidenses tienen el promedio mundial más alto de horas diarias de ver televisión.

El aspecto estético y comercial. El sistema capitalista permite la creación de necesidades falsas y el valor persuasivo que tiene la imagen es el método más utilizado para procurar que la gente siga comprando nuevos productos. Las imágenes hasta dirige el consumista a comprar ciertos productos en vez de otros. Existe una diferencia en la calidad visual en las imágenes, los productos de discount tiene colores de peor calidad que los de los productos más caros, al saber, los productos de marca. Manuel Castells propone que hoy todo el mercado gira en torno a un concepto que él llama “valor conocimiento”, es el fenómeno de consumistas que compran los productos porque conocen la idea de alta calidad o de la última tecnología o material que las empresas están vendiendo a través de su imagen o marca. En contraposición a un sistema de mercado basado en la estandarización de los productos el “valor-conocimiento” no trata del valor del producto en sí sino el valor de una imagen o una marca.

Contemporáneamente hay más publicidad que nunca y las modas pasan más rápido. La producción estandarizada ha sido sustituida por la idea de productos exclusivos, es decir, productos que no puede comprar cualquiera. Es deseable para muchos procurar un producto exclusivo porque demuestra cierto estatus social. En otro aspecto también hay un gran aumento en el interés por la imagen personal. La venta de la cirugía plástica y de cosméticas está en una fase de gran aumento. En la televisión las telenovelas suelen estar basadas en las estadísticas de la opinión pública contemporánea. Actualmente hay una que se llama “Sin Tetas no hay Paraíso” que está vendiendo un ideal femenino que solamente la gente adinerado puede conseguir. Desde el renacimiento hasta la invención de la fotografía en el siglo XIX los retratos eran solamente para la clase alta de la sociedad, hoy parece que estamos frente a una nueva exclusión social en el aspecto estético.

Snorre Winther