
Jonathan Jiménez Porras
Cuando se habla de la edad media vienen a nuestra mente imágenes relacionadas con la religión católica romana principalmente arte sacro, figurativo, ilustraciones de pasajes bíblicos, entre otros temas relacionados con aspectos religiosos. Pero de la misma forma como lo oficial es lo explicito y divulgado, lo popular es lo clandestino. La contraparte de toda la producción artística al interior de los templos, ritos y cultos, se expresa en las calles, las tabernas o los carnavales, por ejemplo. Las diferencias entre el mundo de lo sagrado con el de lo vulgar constituye evidencia de una religiosidad basada en dicotomías.
El esfuerzo por producir imágenes portadoras de conocimiento religioso que lograran consonancia con todo el proyecto feudal, nos habla de una sociedad “necesitada” de tal mensaje, por lo tanto discorde en alguna medida con tal proyecto moral. De esta manera, aunque no es diametralmente opuesta, la moral predicada en los templos nos habla en sentido negativo de ciertas prácticas comunes en la época medieval. Por ejemplo, durante la alta edad media, la destrucción de imágenes relacionadas con otros cultos, es muestra de una extendida práctica de adoración a tales cultos, en la mayoría de los casos. La afirmación anterior, nos lleva a plantear que en el contexto de la alta edad media hubo diversidad de cultos, pero fundamentalmente, un fuerte esfuerzo por destruirla, es decir por establecer un culto único en todo el imperio.
La religión en la edad media es un factor importante. Se constituye la relación de Iglesia y Estado según el modelo de la cristiandad. En las bases mismas del medioevo esta la clave para entender toda la edad media: “Los emperadores Dioclesiano, Constantino y Teodosio tienen una misma estrategia política y teológica: utilizar la religión para lograr la unificación y el fortalecimiento del Imperio.” (Richard, 2009). Esto sucede en los siglos IV y V, es decir, en el periodo de incorporación del modelo de cristiandad al mundo occidental, régimen que culminaría, hasta el siglo XVI, con el surgimiento de la Edad Moderna.
Según Anibal Ponce (1976), los encargados de las escuelas en la época medieval eran los monasterios hasta el siglo XI seguidamente surgiría la escuela catedralicia, de ahí que el énfasis fuera la repetición memorística de la doctrina, no la instrucción de ahí que el nivel de analfabetismo fuera altísimo. Solo la nobleza y en el mejor de los casos el bajo clero, sabía leer y escribir, se sigue pues que el recurso de la imagen cobraba suma importancia para la instrucción de las masas (119-120) y la cultura popular en general.
En el mundo medieval cuya población casi carecía de lectores, el texto escrito sirve de poco, pero la imagen, portadora de información fácilmente codificable socialmente, resultaba más funcional. El control de la producción de imágenes y artística en general, se constituía un elemento fundamental en la administración del poder durante la edad media, y de hecho lo sigue siendo hasta hoy.
Retornando a los orígenes, es el emperador Teodosio en el 390 d. e. c. inaugura la exclusividad del cristianismo dentro del Imperio, estableciendo toda práctica diversa de la cristiana como pagana o “hereje”. Sin embargo, en el marco de la cultura popular medieval subsistiría el ámbito de lo cómico como describe Batjin “Más aún, ciertas formas carnavalescas son una verdadera parodia del culto religioso. Todas estas formas son decididamente exteriores a la Iglesia y a la religión. Pertenecen a una esfera particular de la vida cotidiana” (9).
Podemos afirmar que durante la edad media las imagenes fueron usadas como medios de comunicación del mensaje religioso, por una parte y por otra como entretenimiento especialmente en lo relacionado con el carnaval y la risa del pueblo, siendo esta última la menos explorada. Se puede hablar de dos tipos de imagen medieval la imagen religiosa y la imagen popular.
El esfuerzo por producir imágenes portadoras de conocimiento religioso que lograran consonancia con todo el proyecto feudal, nos habla de una sociedad “necesitada” de tal mensaje, por lo tanto discorde en alguna medida con tal proyecto moral. De esta manera, aunque no es diametralmente opuesta, la moral predicada en los templos nos habla en sentido negativo de ciertas prácticas comunes en la época medieval. Por ejemplo, durante la alta edad media, la destrucción de imágenes relacionadas con otros cultos, es muestra de una extendida práctica de adoración a tales cultos, en la mayoría de los casos. La afirmación anterior, nos lleva a plantear que en el contexto de la alta edad media hubo diversidad de cultos, pero fundamentalmente, un fuerte esfuerzo por destruirla, es decir por establecer un culto único en todo el imperio.
La religión en la edad media es un factor importante. Se constituye la relación de Iglesia y Estado según el modelo de la cristiandad. En las bases mismas del medioevo esta la clave para entender toda la edad media: “Los emperadores Dioclesiano, Constantino y Teodosio tienen una misma estrategia política y teológica: utilizar la religión para lograr la unificación y el fortalecimiento del Imperio.” (Richard, 2009). Esto sucede en los siglos IV y V, es decir, en el periodo de incorporación del modelo de cristiandad al mundo occidental, régimen que culminaría, hasta el siglo XVI, con el surgimiento de la Edad Moderna.
Según Anibal Ponce (1976), los encargados de las escuelas en la época medieval eran los monasterios hasta el siglo XI seguidamente surgiría la escuela catedralicia, de ahí que el énfasis fuera la repetición memorística de la doctrina, no la instrucción de ahí que el nivel de analfabetismo fuera altísimo. Solo la nobleza y en el mejor de los casos el bajo clero, sabía leer y escribir, se sigue pues que el recurso de la imagen cobraba suma importancia para la instrucción de las masas (119-120) y la cultura popular en general.
En el mundo medieval cuya población casi carecía de lectores, el texto escrito sirve de poco, pero la imagen, portadora de información fácilmente codificable socialmente, resultaba más funcional. El control de la producción de imágenes y artística en general, se constituía un elemento fundamental en la administración del poder durante la edad media, y de hecho lo sigue siendo hasta hoy.
Retornando a los orígenes, es el emperador Teodosio en el 390 d. e. c. inaugura la exclusividad del cristianismo dentro del Imperio, estableciendo toda práctica diversa de la cristiana como pagana o “hereje”. Sin embargo, en el marco de la cultura popular medieval subsistiría el ámbito de lo cómico como describe Batjin “Más aún, ciertas formas carnavalescas son una verdadera parodia del culto religioso. Todas estas formas son decididamente exteriores a la Iglesia y a la religión. Pertenecen a una esfera particular de la vida cotidiana” (9).
Podemos afirmar que durante la edad media las imagenes fueron usadas como medios de comunicación del mensaje religioso, por una parte y por otra como entretenimiento especialmente en lo relacionado con el carnaval y la risa del pueblo, siendo esta última la menos explorada. Se puede hablar de dos tipos de imagen medieval la imagen religiosa y la imagen popular.
Pienso que el papel de la imagen a lo largo de la historia es muy importante. Los usos que la religion dió se asemejan a los de la industria publicitaria, aunque estos últimos resultan mas honestos. A menudo la gente plantea que el gusto por la imagen es una muestra de vagabundería, pero creo que la imagen es mas que eso.
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